Estoy preparando una ensalada para comer en la playa.
Suena el teléfono, es N, quiere cenar esta noche, ha reservado mesa en uno de mis restaurantes preferidos, y no me puedo negar, claro esta.
Me ducho, me arreglo el pelo, me maquillo, me pongo un vestido negro con zapato de tacón y cojo un taxi para ir al restaurante.
N esta sentado en la barra. Esta más guapo que nunca. Y yo sé que también estoy guapa.
Me sonríe, y veo que su mirada se desvía a mi escote.
Me acerco y le doy un beso en la mejilla.
Nos sentamos en la mesa, pedimos vino blanco y sushi.
Me cuenta que ha estado viajando bastante por trabajo, que ha pensado en llamarme una y mil veces, pero quería respetar que yo le hubiera dicho que no lo hiciera más, hasta que no lo pudo evitar.
Ha pasado mucho tiempo, han pasado muchas cosas, tengo mil heridas por cerrar de J, creo que vernos a estas alturas no va a empeorar nada...
N sabe que aunque haga mucho que no nos veamos ejerce una atracción sobre mi que no puedo explicar...
Después de la cena nos vamos a mi casa.
Apenas nos hemos rozado, y nos morimos de ganas.
Una vez en casa mientras voy al baño enciende las velitas y pone música del Ipod, suena Portishead, que sabe que me encanta...
Saco de la nevera una botella de champan muy frío y cojo dos copas.
Él me coge las copas y la botella y lo deja sobre la mesa.
Me quita el vestido y me quedo con un corsé...
Mi piel esta ardiendo, entre la playa y el tonteo de la cena...
Le quito la camisa, el chico de la sonrisa perfecta, también tiene un cuerpo perfecto...
N sabe lo que tiene que hacer y lo que tiene que decir en cada momento, N te dice siempre lo que a ti te gustaría escuchar.
N me recuerda demasiado a J en su forma de comportarse, por eso no quería verle más.
N también se queda dormido mientras me abraza, y por la mañana ninguno de los dos tiene prisa, sobre las 12.00 nos damos una ducha, él se viste mientras yo le veo tumbada en el sofá.
Se tumba encima de mi, me besa, me alborota el pelo y me dice que podemos vernos por la noche.
Le digo que por la noche he quedado con mis amigas, que ya hablaremos para vernos otro día.
No me importaría verle esta noche, pero no quiero entrar en la espiral, que me conozco y le conozco...
Menuda semana llevo...