
N me llama por la tarde, me dice que tiene ganas de verme...
N llega en un momento perfecto...
La melancolía empezaba a apoderarse de mi, y no me lo quiero permitir...
Le digo que venga a mi casa.
Cuando llega estoy tumbada en el sofá leyendo.
Me abraza y me besa.
Se tumba en el sofá conmigo.
Es justo lo que necesitaba después de la melancolía de estos últimos días.
N juega con mi pelo mientras hablamos, N sabe que me pasa algo, pero no pregunta, no pide explicaciones, por eso me alegro de que este aquí.
N sigue teniendo la sonrisa más perfecta del mundo...
Me reconforta saber que esta ahí, a mi lado...
Sus manos empiezan a recorrer mi cuerpo...
Le dejo hacer, no quiero acostumbrarme a él, pero hoy le dejo hacer...
N consigue lo que quiere.
Y yo consigo olvidarme de todo por un rato.
Le pido que se quede a dormir conmigo, le pido que me abrace...
Me rodea con sus brazos y me besa dulcemente en el cuello.
Le oigo respirar, sé que todavía no duerme...
Cierro los ojos y quiero dormir, dormir, dormir...